El acabado isotrópico permite mejorar el rendimiento de las transmisiones de energía a largo plazo. La eficacia de este proceso ha permitido su aplicación en diversos sectores.
Es un proceso que permite conseguir superficies màs billante, eliminando la rugosidad gracias a la acción de la erosión: en efecto las piezas se colocan en tanques especiales llenos de ácido poco invasivo y gránulos con adecuado poder abrasivo.
La maquinaria, vibrando, permite que estos materiales erosionen gradualmente la superficie de las piezas. Gracias a ello se puede alcanzar gradualmente la rugosidad requerida regulando tiempos y velocidad, sin que cambie la geometría.
Las ventajas derivadas de este tipo de tratamiento son los siguientes:
- Las superficies con rugosidad limitada permiten conseguir un mayor rendimiento, la reducción de la fricción, del ruido y de la temperatura.
- Mejora de la dureza superficial.
- Ausencia de corrosión causada por la oxidación o la alta presión de contacto.
- Mejor lubricación.
- Ausencia de acumulación de material abrasivo en las rugosidades.
- Mejora de las caracteristicas de fatiga.
- Ausencia de aumento de la degradación metalúrgica, incrementos a los niveles máximos que se pueden obtener con los procesos mecánicos / térmicos y la resistencia a la tensión superficial.
Todas estas ventajas, implican una mayor duracion de las piezas y una relativa disminución de los precios para su mantenimiento, porque reduce o tambien impide la necesidad de otro trabajo que normalmente se requiere para la construcción de las piezas.
Con este acabado viene garantizado el alto rendimiento de los engranajes, especialmente en algunos sectores donde se requiere la máxima precisión, además de un notable efecto estético.